
A medida que penetro, una y otra vez, en el acertijo de la figura ambigua, acabo ganando y perdiendo algo. Cuando miro detenidamente al conejo, ¿dónde parece esconderse el pato? Y a la inversa: cuando miro fijamente al pato, ¿dónde termina desapareciendo el conejo? "Vistas" así las cosas, y estando de acuerdo con aquellos que indican que
Wittgenstein no da una explicación completa de aquello en lo que consiste interpretar imágenes, juego con la propia inexperiencia (o con la propia incapacidad, llegado el caso) y observo los fenómenos de la percepción, de la interpretación de imágenes y de la interpretación de los signos lingüisticos. Las posibilidades de novedad, en principio, parecen oportunamente descartadas. Comenzando por el final añado, iluminado por el aforismo kantiano, que "el ojo inocente es ciego y la mente virgen huera". Del mismo modo, y aprovechando del todo la cita, concluyo con
Goodman que "los mitos del ojo inocente y del dato absoluto son cómplices terribles y que "tanto la captación como la interpretación no son operaciones separables; son completamente interdependientes".
Wittgenstein toma la figura del
pato-conejo del psicólogo
J. Jastrow, pero las cuestiones que desarrolla a partir de ésta y otras imágenes parecen sugerir un abanico más amplio de posibilidades. Si bien cabe interpretar una base intencional en la diferenciación entre "ver" y "ver como" (entre la percepción y "la percepción como") el juego no indica al final la solución completa al acertijo. Escribe
Wittgenstein en las
Observaciones Filosóficas: "el 'ver como
' no pertenece a la percepción. Y por esto es como ver en un sentido y en otro no lo es". Estamos entonces a mitad de camino entre la percepción y el pensamiento, entre lo visto y lo apenas sugerido, entre la incapacidad y la propia inexperiencia. Y puedo añadir, además, sin riesgo alguno a equivocarme, que en todo esto he avanzado muy poco. "Ver una cosa como otra" es una descripción bastante acertada de aquello en lo que consiste interpretar imágenes, pero el conejo continua extraviado en poder del pato y el pato extraviado en poder del conejo.
Jacques Bouveresse, por su parte, intenta poner algo de luz entre mis sombras con una oportuna interpretación del
Wittgenstein de las
Observaciones Filosóficas: "es imposible establecer una distinción precisa entre 'ver' e 'interpretar' escribe
Bouveresse-, 'ver' y 'conocer', 'ver' y 'pensar', 'ver' y 'juzgar', etc.(
) La pregunta filosófica tradicional ha sido aquí saber si el hecho de 'ver como
' pone de manifiesto
Erlebnis (vivencia) visual o, por el contrario, pensamiento". Sin olvidar que las Observaciones fueron escritas entre 1945 y 1949, y que mucho ha avanzado la ciencia desde entonces, no está de más recuperar la palabra terapéutica de
Wittgenstein: "algunas cosas del ver nos parecen enigmáticas, porque el ver en su integridad no nos parece lo bastante enigmático". Si consigo tener al pato cogido por el cuello, se me escapa el conejo. Y si atrapo al conejo, hace lo propio el pato. "Ver significativamente" me extravía así por regiones donde la exploración aconseja la presencia permanente de un especialista. Al final del camino,
Jean-Pierre Changeux me invita a entrar en una ciudad de arquitecturas neuronales desconocidas, de memoria, darwinismo mental y "memes" culturales, dándome a entender que allí, entre unidades de réplica, puede andar escondido mi querido pato-conejo. Aunque quizá, me digo, todo sea mucho más sencillo y baste con buscar en la chistera del mago de guardia, de ese mago genial e imprescindible que siempre nos sorprende con un inesperado pato-conejo.
7 comentarios
Magda -
Muy interesante tu texto.
Saludos para ti.
26 -
La Victoria de Samotracia no será más que una piedra rota, las Meninas aceite seco coloreado sobre una tela vieja y un hermoso trasero femenino no será más que piel y carne. Ellos se lo pierden.
(Pini por favor disculpa que haya dicho trasero debería haber dicho pato.)
Enrique -
José Angel -
Enrique -
Sobre la percepción y las múltiples variantes de las aplicaciones de su estudio: ayer mismo: un amigo, en las antípodas de mi propia experiencia y pensamiento, me aconseja la lectura de Ayn Rand, una escritora que denomina a su filosofía "objetivismo", y que defiende, entre otras, cuestiones como ésta:
"La realidad, el mundo exterior, la existencia independiente de la conciencia del hombre; independiente de cualquier conocimiento, creencias, sentimientos, deseos o temores. Esto significa que A es A, los hechos son hechos, las cosas son lo que son; y la tarea de la conciencia del hombre es percibir la realidad, no crearla o inventarla."
Éstas y otras cuestiones se explican (por si a alguien le interesa) en http://www.objetivismo.com/. Naturalmente, Ayn Rand es una defensora a ultranza del capitalismo de "libre comercio".
Un saludo, amigos.
José Angel -
pini -
ojalá yo pudiera cambiar así de seguido la imagen.